Después de llegar a Bruselas, pasamos la noche y a la mañana siguiente estuvimos toda la mañana en Brujas, que es un pueblecito al norte de Bélgica con mucho encanto. Está repleto de canales y tiene más puentes que Venecia si cabe. Paseamos por sus calles y sus canales y comimos allí. Después de comer volvimos a Bruselas y conocimos tanto la plaza del Mercado como el pequeño barrio griego, además de ver el de sobra conocido "niño meón".
No creo que haya probado ningún gofre mejor que el belga.
La verdad es que del viaje en general he sacado muchísimos brutos (95GB nada menos) así que montarlo y hacerlo llevadero me está llevando trabajo. Obviamente hay sitios y momentos en los que he grabado más y otros en los que menos, por lo que las duraciones irán variando. Eso sí, no habrá día sin su vídeo.
Sin más dilación, el capítulo 2 (en Vimeo aquí):
Un abracito.