Eran las 6 y pico de la mañana y no habíamos dormido mucho en la estación de tren de Berlín. Nos dirigimos a Varsovia y según llegamos fuimos a buscar nuestro hostel, el cual resultó ser un antro dirigido por un par de jóvenes. Después de lamentarnos por nuestra mala elección decidimos salir a ahogar las penas (y a conocer Varsovia) y nos dirigimos al casco antiguo.
Sí, soy yo durmiendo en un banco.
A pesar de lo que dice el nombre, el casco antiguo tiene tan solo 50 años, ya que fue totalmente reconstruido tras la Segunda Guerra Mundial (todo fue denostado por los nazis). Allí, nos tomamos una piwo (cerveza en polaco) de medio litro en una terraza, y todo por 4 zlotys, es decir, 1 euro. Estábamos disfrutando de ser millonarios por una vez en nuestro interraíl.
Aquí os dejo con el vídeo:
Un abracito.
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