martes, 3 de julio de 2012

God bless America (Bobcat Goldthwait)


Y dejo de escribir sobre películas relativamente antiguas para hablaros de una película cuyo trailer me llamó la atención en cuanto vi. Se trata de God bless America, un film de Bobcat Goldthwait, un artista norteamericano que sobre todo destaca por sus apariciones en la saga de Loca academia de policía. Sé que ésto último parece poco serio, pero la película es diferente, transmite una frescura que pocas películas que haya visto últimamente me han transmitido. Se trata de su primer film como director, y, al igual que otros cineastas poco conocidos como Quentin Dupieux (Rubber), me encandila con la estética de su película. 


El film nos abstrae de cualquier localización real, nos sitúa en una ciudad cualquiera, donde se nos presenta a un hombre cualquiera, Frank (Joel Murray), un pobre desgraciado que padece de insomnio y de migrañas y que observa en la televisión todas las cosas que odia de su país. La relación de Frank con su hija (a la que no ve porque está divorciado) es más que fría, por eso, tras ser despedido del trabajo y después de diagnosticarle un tumor en el cerebro, Frank decide suicidarse, pero cuando está a punto de hacerlo piensa en algo mejor: deshacerse de todas las personas malas. Gracias a esta decisión conocerá a Roxy (Tara Lynne Barr), una adolescente que piensa igual que él.

La película nos llevará a través de las 'fechorías' de estos dos rebeldes inconformistas que pretenden dar rienda suelta a su sed de un mundo mejor a balazos. El film pone en escena todas esas cosas que los que observamos América desde fuera no entendemos cómo pueden existir, desde los programas-pufo de la MTV, el afán de los jóvenes por grabar cómo queman indigentes, el materialismo obsesivo, el extremismo religioso del llamado 'Bible Belt'... todas esas cosas son las que sacan de quicio a Frank y Roxy, que no dudarán en disparar sus pistolas cada vez que se encuentren a alguien que les desagrade.


Los puntos a favor de esta película son, sin lugar a dudas, las interpretaciones de Murray y Barr. Sinceramente, no sabría decir quién lo hace mejor de los dos. Otra cosa que está muy bien hecha en el film es la fotografía. Con un punto realista y llamativo el director coge nuestras retinas y las exprime en lo que, para mí, es una dulce ironía. Juntar el siniestro tema de la película con una fotografía clara y soleada ayuda al punto de comedia que desprende cada escena, nos hace disfrutar al máximo de cada muerte. Además, desde el principio nos agarramos al personaje de Frank y terminamos queriendo que siga y siga matando, nos preocupamos con él, nos enfadamos con él.

Una de las pegas que se le puede poner al film es una secuencia en medio de la película que no llega a concordar del todo con la estética del conjunto y que rompe el equilibrio, pero no se le puede negar a Godlthwait el intentar haber sido original. 

En definitiva, una patada en los huevos al mismísimo Tío Sam y todo su sistema sociocultural basado en la telebasura y la mala educación, lo que lo convierte en una entretenida sátira que nos muestra (de forma extrema) otra cara de los estadounidenses, la cara de la autocrítica y la reflexión. Así, nos demuestran que puede que no todo esté perdido en América. 

Mi puntuación final:

Un 6/10. God bless America es una alita de pollo bien crujiente. Saciará tu hambre durante unas horas, pero no te dejará lleno. Aun así, disfrutas de ella como si de un manjar se tratase.

Un abracito. 

No hay comentarios: