Seguimos en mi amada Amsterdam. Era la segunda vez que la visitaba y me gustó más que la anterior. Sin duda es una de las ciudades europeas con más encanto y magia. Empezamos la mañana con un clásico: la visita a la casa de Anna Frank, que, para quienes no lo sepan, está obviamente convertida en un museo. No esperéis encontraros muebles ni nada por el estilo.
Perdón por el WB.
Después de comer visitamos el Mercado de las Flores (recomendable) y varias tiendas de queso, que son de obligada visita sobre todo por las degustaciones gratuitas. Vamos a ver, tampoco puedes pretender comer ahí, pero te salva. Tras el gorroneo máximo nos dirigimos a nuestro objetivo, la fábrica de Heineken, para disfrutar de la Heineken Experience, que es de lo mejor que hay en Amsterdam. Eso sí, no esperéis que sea barato (18€).
Bueno, que me lío, aquí tenéis el episodio 4, así que disfrutadlo (los de Vimeo también):
Un abracito.
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